El ser humano no es el protagonista de los poemarios de Antonio Machado, sino sus sentimientos y emociones, así como su voz y opinión interior en el caso de Campos de Castilla.
Sin embargo, en este libro encontramos la repetición del personaje-tópico español cargado de connotaciones.
Machado nos habla de un español al que solo le preocupan las apariencias, impregnado de las tradiciones más antiguas y del folclore más popular, como son la religión y los toros, al considerar que estos dos aspectos son los ejes de una sociedad en la que no hay cabida para el progreso y la ciencia.
Además, Machado tacha a los españoles de poco trabajadores, perezosos, conformistas, aficionados y devotos de los toros y la religión. Todos estos calificativos aparecen como contraposición al modelo social europeo, cuyos jóvenes se han formado, que Machado defendía para España.
Esto se puede observar en el poema "He andado muchos caminos" en la descripción de la gente que observa a lo largo de su vida.
Conozcamos el texto:
Poema: "He andado muchos caminos"
He andado muchos caminos,
he abierto muchas veredas;
he navegado en cien mares,
y atracado en cien riberas.En todas partes he visto
caravanas de tristeza,
soberbios y melancólicos
borrachos de sombra negra,y pedantones al paño
que miran, callan, y piensan
que saben, porque no beben
el vino de las tabernas.Mala gente que camina
y va apestando la tierra...Y en todas partes he visto
gentes que danzan o juegan,
cuando pueden, y laboran
sus cuatro palmos de tierra.Nunca, si llegan a un sitio,
preguntan a dónde llegan.
Cuando caminan, cabalgan
a lomos de mula vieja,y no conocen la prisa
ni aun en los días de fiesta.
Donde hay vino, beben vino;
donde no hay vino, agua fresca.Son buenas gentes que viven,
laboran, pasan y sueñan,
y en un día como tantos,
descansan bajo la tierra