Los asentamientos humanos se clasifican como zonas rurales o urbanas en función de la cantidad de estructuras creadas por la mano del hombre y por las personas que residen en esa área en particular.
Las zonas urbanas comprenden la ciudad y sus alrededores, mientras que las zonas rurales hacen más hincapié en las aldeas o caseríos aislados.
Las zonas rurales pueden encontrarse al azar en medio de la vegetación, de un bosque o en un desierto, en cambio, los asentamientos urbanos se hacinan juntándose unos con otros formando grandes urbes o grandes poblaciones. Y es en las zonas urbanas, donde se centran los gobiernos y los organismos de desarrollo.
A diferencia de las zonas rurales, las urbanas tienen servicios cívicos avanzados, como educación, transporte, todo tipo de negocios, interacción social, tratamiento de aguas y de basuras…etc.
Si bien las zonas rurales se basan más en la explotación natural de los recursos, así como en la ausencia de estrés y de contaminación, con la consiguiente mejora en salud, en cambio, en las zonas urbanas, las personas se benefician de los avances del hombre en tecnología, en negocios abiertos 24 horas al día, etc..
Las zonas rurales están alejadas de la contaminación, ya que apenas tienen tráfico. Muchos gobiernos tienden a proteger las áreas rurales como preservación de la cultura de su país y sus tradiciones.
Otra forma de clasificar las zonas urbanas es mediante el acuerdo del uso del suelo. Esta idea puede variar en función del país. Por ejemplo, en Australia, las ciudades urbanas deben tener por lo menos 1000 habitantes y 200 por kilómetro cuadrado, mientras que en Canadá, una zona urbana ya lo es, si tiene 400 habitantes por kilómetro cuadrado, 1500 en China…