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Historia del vidrio

Para saber un poco más sobre este material tan noble te invito a mirar el siguiente video:

Texto del video

El vidrio es uno de los materiales más singulares empleados por el ser humano a lo largo de los tiempos. Transparente  pero hermético, aislante pero traslúcido, inalterable e inerte, reciclable, indeformable, resistente, económico.  
La estructura irregular de sus átomos distingue al vidrio del cristal, cuya estructura atómica es regular, aunque tanto vidrio como cristal son términos usados como sinónimos a nivel coloquial.
El vidrio se encuentra en la naturaleza en forma de obsidiana, también llamada vidrio volcánico, pero  el que empleamos mayoritariamente es el creado de forma artificial, a través de la fusión de rocas silíceas, como la arena, con otros elementos.
Las primeras vasijas de vidrio  aparecen en Egipto y Mesopotamia en torno a 3500 años antes de Cristo (3500 a.C.).
Durante los siguientes milenios, este material fue empleado en piezas ornamentales y recipientes, siendo a menudo asociado al lujo.
En el siglo I antes de Cristo (Siglo I  a.C.) se descubrió en la costa fenicia el soplado del vidrio, una técnica  que permitió fabricar vidrio hueco, de paredes finas, acelerando la producción  y reduciendo la cantidad de material.
En la sociedad romana del siglo I después de  Cristo (Siglo I d.C.), el vidrio se incorporó al ámbito doméstico de la ciudadanía, siendo  empleado en vasos y vasijas, ventanas y mosaicos.
En la Europa medieval del Siglo  XII se popularizó el vidrio plano, formado por láminas de vidrio sobre superficies  estañadas o moldes. Se empleó para espejos, cerramientos de vanos, ventanas -permitiendo  un mejor aislamiento térmico y acústico-, y como complemento decorativo, como en vidrieras,  especialmente durante el auge del gótico.
En el Siglo XIV se crearon las primeras  lentes para corregir los defectos de la visión cercana, permitiendo ver a clérigos, comerciantes y otros necesitados de buena  visión para la lectura y la contabilidad.
En el Siglo XVII, el comerciante holandés  Anton Van Leeuwenhoek [Ánton Van Lévenhuk] revolucionó la historia de la ciencia  empleando microscopios creados por él mismo para observar el mundo de  lo pequeño. Esto le permitió ver  
aumentadas fibras de tejido, pero también  partes de animales, plantas y fluidos.
Durante los Siglos XVIII y XIX, las cualidades  aislantes de la electricidad y la resistencia a las altas temperaturas del vidrio, sumadas  a su transparencia, hicieron que el vidrio se empleara de forma generalizada  en los laboratorios científicos, en elementos aún presentes en la actualidad, como los matraces, las probetas y las pipetas.
En los Siglos XX y XXI se han mejorado las  propiedades de los vidrios, aumentando su resistencia térmica y a los golpes, como en las  pantallas de los móviles. Incluso se ha logrado crear vidrio eléctrico inteligente, capaz de  cambiar entre transparente y opaco con un botón.
De cara a reducir nuestro impacto  y favorecer una economía circular, el vidrio presenta una enorme ventaja,  ya que puede ser completamente reciclado manteniendo sus propiedades, con un  coste menor que el de su fabricación.
Desde los avanzados transportes,  electrodomésticos, telecomunicaciones, medicinas y pantallas hasta los humildes  pero muy prácticos objetos de la casa, como vasos, botellas y ventanas, el vidrio  nos acompaña en todo tipo de desarrollos como un material imprescindible en  nuestro progreso y bienestar social.