Otra bruja que nace de la imaginación de la escritora uruguaya, Susana Olaondo. ¡Seguro la conocerás!
Si quieren conocer a una bruja atípica, les presento a Violeta: no vuela en escoba, no tiene un gato negro y es buena. Su único defecto es que no se puede mojar porque se achica. Y queda tan chiquita como una nuez.
Te invito a ver y escuchar el siguiente video para conocer la historia escrita por Susana Olaondo sobre esta bruja llamada Violeta.
Transcripción del contenido del cuento.
¡Hola! ¿Cómo están? Me encontraron haciendo algo que me encanta hacer. ¿Y saben lo que es? ¿Miren lo que tengo?Mmm… Tengo un cuento, un cuento que se llama Violenta y saben qué, Violeta es de Susana Olaondo. Es una autora, la que lo escribió, es uruguaya, su autora es uruguaya. tiene muchos cuentos muy lindos. A mí me gustan mucho sus cuentos. Y bueno, estaba disfrutando este… Violeta. ¿Quién será Violeta? Mmm…Es una bruja, Violeta es una bruja y usa paraguas ¿Les parece si compartimos el cuento juntos? Les va a gustar… Miren, me voy a poner un poquito más de costado.
Mi amiga Violeta es una bruja genial. Mira las estrellas y le gusta soñar. Vuela en un pan flauta y siempre usa paraguas y me hace una guiñada al pasar. Pero tiene un gran defecto. Ah, cuando se moja se empieza a achicar. Mmm. Preparamos pociones mágicas para que no se achique más pero nos quedaron tan feas, tan feas que ni las pudo probar. Así que.. Uy, uy…Un día de lluvia, el paraguas de Violeta no se abrió. Ella se mojó toda. Ah! ¿Y qué habrá pasado si se mojó? Sí, ay, y así de chiquitica quedó. Miren el tamaño del paraguas y ella quedó pequeñita. Enseguida la llamé: ¡Violeta! ¡Violeta! Y vino volando hasta mi nariz.
- Cuidado, Violeta, me haces cosquillas. Y tantas cosquillas que estornudé y ah, chis.
La busqué toda la mañana y toda la tarde sin parar. Pero quedó tan chiquita que no la pude encontrar. Voy a tener que usar una lupa. Y ahí sí… Miren dónde estaba. Mi lupa, voy a tener que usar mi lupa de efecto especial. Para que devuelva a esta bruja a su tamaño ideal. Miren… Guau. Y llegó. Amigas como Violeta no son fáciles de encontrar sobre todo cuando se moja pero yo la quiero igual.
Y colorín colorado, este cuento de Violeta se ha terminado. Paso por un puente, paso por otro. Si este cuento les gustó, otro día les cuento otro. O mejor no se los cuento yo, se los podría contar otra persona que ustedes conocen, vamos a esperar quién será. Les mando un beso enorme. Espero que hayan disfrutado del cuento y que se lo guarden por acá por el corazoncito, por acá por la memoria y que lo retengan para después compararlo con otro cuento que van a escuchar. Un beso grande, los quiero mucho.