¡Correcto! La EEI se observa en las madrugadas o al anochecer, pues es cuando nuestro cielo está relativamente oscuro y, al mismo tiempo, la Estación Espacial Internacional recibe luz solar. Esta luz proveniente del Sol se refleja en sus paneles solares y su estructura, facilitando su avistamiento.

La presencia del Sol sobre el horizonte hace que sea imposible ver otros objetos en el cielo durante el mediodía y la tarde. En el cielo diurno solo puedes ver a otro objeto astronómico; la Luna.

Mmh... recuerda que la Estación Espacial Internacional debe estar iluminada por la luz solar y, a la vez, nosotros tenemos que estar en oportunidad del crepúsculo (transición de la noche al día o del día a la noche). Inténtalo nuevamente.

En ese caso te pierdes varios pasajes. En algunas ocasiones la EEI pasa sobre tu cabeza, pero, en general, no es así. Sus trayectos aparentes en el cielo son variables y dependen de cada caso.

¡Correcto!

¿Y qué pasa cuando estamos en fase Nueva y no es posible hallar la Luna en toda la noche? Además, debemos recordar que la EEI está orbitando a la Tierra y no tiene nada que ver con nuestro satélite natural. 

Un lugar alejado de la contaminación lumínica es mucho mejor. Si bien la EEI tiene un brillo llamativo en comparación con las estrellas, es más espectacular si tus ojos se adaptan a un entorno oscuro.

La intensidad de la iluminación que te rodea es importante. Si tienes luces de patio que puedes apagar, apágalas.

¡Correcto! Cuanto más despejado sea el paisaje del cielo y más oscuro se encuentre, mejor para la observación nocturna.