Para Epicuro, alcanzar la felicidad no es un asunto sencillo.

Esto sucede porque las personas sufren en su vida dos grandes miedos que no les permiten llegar a lo que quieren. 

• El primero es el miedo a la divinidad, a los dioses.
   
  Ya que la noción común, toda la sociedad de la Grecia, creía que los dioses eran los responsables de las acciones que los hombres tomaran, así como se encargaban de castigar a los hombres si estos no les rendían cultos.
   
  Sin embargo, Epicuro nos va a decir que los dioses no se preocupan por los hombres, porque estos solo se preocupan por cosas semejantes a ellos, es decir a todo aquello que sea perfecto, inmortal, etc.
   
  De esta forma, si se preocuparan por los humanos, perderían todas aquellas atribuciones que los hacen ser dioses. Esta es una de las principales razones por la que no deberíamos de temerle a los dioses. 
• El segundo es el miedo a la muerte.
   
  Para Epicuro la muerte no es nada, es privación de sensaciones, por este motivo, es totalmente contraria a la vida, la cual esta caracterizada por estar llena de sensaciones, placeres, etc.
   
  Por tanto, cuando la muerte llegue no sentiremos nada, es por ello que no debemos de temerle.

 

En definitiva, para alcanzar la felicidad, debemos actuar como el hombre sabio, que no le teme a los dioses, porque sabe que estos no se preocupan por nosotros, pero tampoco a la muerte, porque cuando la muerte esté nosotros no estaremos, y cuando nosotros estaremos, la muerte no estará.