Los productos de la abeja resultan beneficiosos para múltiples aspectos de nuestra salud y bienestar. Por ejemplo...
La Miel es el producto de las abejas más conocido. Aunque no la usemos diariamente, probablemente haya un recipiente de este líquido dulce y viscoso en algún armario de nuestra cocina esperando para aliviar los síntomas del catarro invernal. Además, es energética y vigorizante, cicatrizante y desinfectante. También es digestiva gracias a su alto contenido en enzimas.
La Cera, no sólo sirve para depilarse, también es nutritiva para la piel y el pelo. Por lo tanto, se incluye en ciertas mascarillas, tiene propiedades emolientes y antiinflamatorias.
La Jalea real, aunque estéticamente se parece a la miel, se prepara sin polen y está destinada exclusivamente a las abejas reinas, lo que nos da una idea de sus excelentes propiedades. Es revitalizante y estimulante, tiene efectos vasodilatadores, mejora la circulación sanguínea, ayuda a controlar los niveles de colesterol y glucosa en sangre gracias a su alto contenido en ácido pantoténico, estimula los procesos metabólicos y eleva el contenido de hemoglobina.
El Propóleo, también conocido como própolis, tiene propiedades analgésicas, cicatrizantes, y antibacterianas, y se están realizando estudios que avalen su uso ante enfermedades respiratorias, cardiovasculares o del tracto urinario.
El Polen, cuenta con propiedades revitalizantes y vigorizantes siendo ideal para personas que sufren astenia o cansancio. Además, tiene propiedades antiinflamatorias y analgésicas.