Verémos alguna de las propiedades de los líquidos
Las atracciones intermoleculares (aquellas que existen entre las moléculas) nos ayudan a comprender muchas de las propiedades conocidas de los líquidos.
A continución se presentarán dos de las propiedades de los líquidos.
Viscosidad
La viscosidad es la resistecia de un líquido a fluir, por ejemplo: la melaza y el aceite para automóviles, fluyen muy lentamente; otros como el agua y la gasolina, fluyen con facilidad.
Por lo tanto, cuanto más viscoso sea un líquido, fluirá más lentamente.
Para medir la viscosidad, se debe determinar el tiempo que tarda cierta cantidad de un líquido en fluir a través de un tubo delgado vertical.
Otra forma de determinar la viscosidad es midiendo la velocidad a la que ciertas esferas de acero caen a través del líquido. Por lo tanto, podemos decir que las esferas caen más lentamente cuando aumenta la viscosidad.
La viscosidad se relaciona con la facilidad con la que las moléculas del líquido se mueven unas con respecto a otras.
La miel es un ejemplo de un líquido viscoso
Tensión superficial
Podemos observar que la superficie del agua se comporta como si tuviera una piel elástica, como bien lo demuestran la capacidad que tienen ciertos insectos de "caminar" sobre el agua.
Tal comportamiento recién mencionado, se debe al desequilibrio de las fuerzas intermoleculares en la superficie del líquido.
Dado a que las esferas tienen el área superficial más pequeña para su volumen, las gotas de agua tienden a formar una forma casi esférica. Este explica la tendencia del agua a "formar gotas" cuando está en contacto con una superficie hecha de moléculas no polares, como por ejemplo la hoja de loto o un automóvil recién encerado.