El ser humano descubrió que la naturaleza sigue un orden, una organización especial, que presenta relaciones de medidas, lo que ayudó al hombre a tomar como ejemplo esa relación de medidas para todas sus creaciones.
Observando un espiral áureo por ejemplo se puede llegar a la estructuración del rectángulo áureo, lo mismo que a partir de las relaciones de medidas del pentágono o la estrella que observamos al ver una flor, podemos llegar a formar lo que se llamó el rectángulo áureo.
El rectángulo áureo permitió al hombre partir de la naturaleza para recrear esa relación de medidas ideal, en la pintura, en la escultura, en las construcciones, es decir crear su mundo siguiendo las reglas ideales de la naturaleza.
El rectángulo áureo, si bien no se observa tal cual es en la naturaleza, sí lo encontramos en las proporciones, es un rectángulo que presenta una armonía entre sus dos medidas, la misma observable en las figuras geométricas que encontramos en la naturaleza.
El hombre sintió la necesidad de tomar la medida ideal que encontró en la naturaleza para la construcción de su mundo, esto significa que llevó estas relaciones de medidas a la pintura y escultura, a la construcción de edificios, al diseño de todo el mundo creado