Las propiedades sensoriales u organolépticas son aquellas que se pueden determinar directamente a través de los sentidos. Son las responsables de causarnos la primera impresión del material y nos permiten reconocerlos rápidamente, aunque no exactamente. El color, el sabor, el olor, la sonoridad son algunos ejemplos.
¿Recuerdas el oro? La textura tan suave, su color y brillo característico, son ejemplos de propiedades organolépticas.