Afinar o "templar" el tambor

Es un procedimiento que consiste en el calentamiento del cuero (lonja) mediante el fuego.

Es común ver que se prepare una fogata en forma improvisada con diarios viejos o cualquier otro tipo de papel para acercar al fuego las lonjas. El calor lo que hace es tensar la lonja y esto lleva a que el sonido se vaya ajustando según el "timbre" que busca el ejecutante del instrumento.

"No existe una "afinación" técnica, es ante todo un arte del oído, que el tamborilero de experiencia desarrolla empíricamente.

Primero se afina el "chico", el de sonido más agudo, y a partir de él, los demás tamboriles van buscando su tonalidad correspondiente.

Los ejecutantes golpean la "lonja" con el palo cada pocos minutos, hasta seleccionar el "timbre" que consideran más adecuado".

(Olivera, Varese, 1996:  42)