El Cielito, junto al Pericón y la Media Caña, aparece como danza folklórica rural (también bailada en los salones) y como canción patriótica durante la época de la revolución artiguista oriental en los versos de Bartolomé Hidalgo; aparece como sátira política en el Uruguay independiente y baluarte identitario del criollo en la Guerra Grande.
Bartolomé Hidalgo (1788 -1822), considerado el primer poeta criollo y promotor de la especie Cielito, compuso sus versos inspirado en un fuerte sentimiento de anhelo de libertad y patriotismo ante el poderío colonial.
Francisco Acuña de Figueroa, en su “Diario Histórico del Sitio de Montevideo”, transcribe uno de los Cielitos que se cantó en Montevideo la noche del 1° de mayo de 1813. Comienza así:
"Los chanchos que Vigodet
Ha encerrado en su chiquero,
Marchan al son de una gaita
Echando al hombro un fungueiro.
Cielito de los gallegos,
Ay! cielito del Dios Baco:
Que salgan al campo limpio
Y verán lo que es tabaco".
Y en las primeras estrofas del "Cielito de la independencia" decía:
Si de todo lo criado
es el cielo lo mejor,
el "cielo" ha de ser el baile
de los Pueblos de la Unión.
Cielo, cielito y más cielo,
cielito siempre cantad
que la alegría es del cielo,
del cielo es la libertad.
El escritor bonaerense Ventura Lynch lo vio bailar en 1833 y sostiene en sus crónicas que “el cielo es un baile de cuatro. Se colocan pareja frente pareja como en la cuadrilla. Mientras canta el guitarrero todos valsan. Al terminar la segunda copla hacen la reja. La reja consiste en dar vuelta por el lugar que ocupan los demás sin abandonar la mano de la compañera. Luego siguen valseando pero en forma de cadena y así progresivamente” ( citado por Ayestarán, 1950).
El grupo de danza Praxis reconstruyó su coreografía basándose en los estudios de Lauro Ayestarán y Flor de María de Ayestarán.
En el siguiente video puedes apreciar su música y las figuras de su coreografía: