Ciclo de vida le llamamos a todo este recorrido que acabamos de analizar sobre lo que consumimos.
Si pensamos dicho ciclo de forma lineal se puede dividir en etapas:
- extracción de recursos naturales;
- fabricación;
- transporte;
- comercialización;
- uso y consumo y
- disposición final.
Pensar en el ciclo de vida sirve para buscar reducir el impacto que generamos los humanos en el ambiente.
Ya que si no tenemos acciones cuidadosas con el ambiente, a lo largo de este ciclo de vida, en cada una de sus partes, se van generando impactos en el medio ambiente.
¿Se te ocurre alguno? ¿Cuál?
Al final del ciclo de vida, si los residuos no son correctamente gestionados: ¡pueden terminar dispersándose por todo el ambiente!
Esto puede contaminar el agua con la que después nos bañamos e incluso, de la cual bebemos.
También pueden acumularse en la tierra y llegar a producir enfermedades.
A su vez pueden llegar a quemarse y contaminar el aire con sustancias peligrosas.
Así que es importante entender y pensar en el ciclo de vida de las cosas que usamos, conocer qué estamos comprando y usando, y cuál es su origen y posibles destinos.
¡Después podremos tomar mejores decisiones sobre qué cosas compramos y qué hacemos con nuestros residuos para evitar estos posibles daños!