La iglesia cristiana no tenía poder alguno en la época.

Los reyes obtuvieron un poder absoluto en la política, la economía y la sociedad. Ellos juzgaban, condenaban y tomaban decisiones, si bien apoyados por asesores, sobre todos los aspectos de la vida en sus respectivos reinos.

La Iglesia, encabezada por el obispo de Roma o Papa, fue muy poderosa y tuvo gran influencia en todos los aspectos de la vida política, social y económica. Apoyaban a los reyes asegurando que su poder "provenía de Dios", por lo tanto, debía ser obedecido fielmente.

Los reyes en esa época tenía muy poco poder, no tomaban las decisiones importantes en el reino.

El feudalismo se caracterizaba por el hecho de que todos se veían beneficiados económicamente.

La Edad Media se caracterizó por ser una época muy pacífica.

La Edad Media fue una época de muchas guerras, ya que poseer tierras implicaba beneficios económicos, esto hizo que muchos quisieran invadir territorios de forma armada, provocando conflictos constantes donde muchos perdieron la vida. También las guerras por motivos religiosos fueron comunes.

La sociedad se encontraba en igualdad de derechos y oportunidades en la época.

La sociedad medieval se encontraba fragmentada en estamentos, donde solo una minoría tenía privilegios.

Las plagas eran poco comunes en la época, por lo cual la población aumentó mucho.

Debido al poco avance de la medicina, la Ciencia, la mala alimentación y los malos hábitos de higiene, las plagas y epidemias fueron muy comunes, provocando muchísimas muertes en la época.

El sistema feudal o feudalismo fue el modelo predominante en la época y consistía en la organización político territorial de Europa en pequeños reinos llamados feudos, en los que tenía pleno poder el terrateniente o señor feudal. Allí vivían los campesinos que trabajaban para él y con quienes compartía el señor feudal el fruto de sus producciones, a cambio de protección militar y orden. Se beneficiaba solo el sector más poderoso de la sociedad.