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Las relaciones de Perico y Rosa

Coplas de la Patria vieja

   
Para el dolor de cabeza
no encontré hoja ni yuyo,
por eso vengo a curarme
con algún besito tuyo.

Por ese dolor intenso
te faltó hablar con el cura,
porque no es cuestión de besos,
sino de cabeza dura.




 
Vivo cansado y sin fuerzas
para el trabajo y la escuela,
de vivir pensando en vos
mi cabeza sueña y vuela.

Nunca vi que cansen tanto
el trabajar y la escuela,
en vez de contarme a mi
aná a contarle a tu abuela.




 
Tengo rancho y tengo pingo
mate y yerba pa´tomar
sólo me falta una china
que me quiera acompañar.

Si tenés rancho y un pingo
mate y yerba pa´tomar
y si te falta una china
yo te puedo acompañar.




 
Dame tiempo, chirucita,
porque estoy queriendo a dos,
cuando me falle la otra
voy a dedicarme a vos.

Por andar queriendo a dos
va a sufrir un contratiempo
no se puede comer gofio
y chiflar al mismo tiempo.




 
En una noche sombría
tus ojos negros brillaron
y hasta cantaron los gallos
creyendo que amanecía.

Es cierto, mis ojos brillan
pero no de enamorados
estoy pelando cebolla
para adobar el asado.




 
Con un rancho, con un catre,
y tu cariño además,
yo no preciso más nada
para vivir echado p' atrás.

Con un rancho, con un catre,
y un marido como vos,
no precisamos más nada
pa' morir de hambre los dos.




 
Aunque hablar de matrimonio
me da cierta picazón
si te animás a rascarme,
quedo a tu disposición.

Hay muchas formas de alergia,
y alguna, sin solución;
pero la "rasquiña" suya
se va con agua y jabón.




 
Anoche soñé con vos
y hoy vengo con el proyecto
de renovar la versión
pero "en vivo y en directo".

Sos muy directo y muy vivo,
pero aquí "atracaste mal"
porque yo tengo contrato
firmado en otro canal.




 
Si la aurora es la nodriza
que despierta al niño sol,
eres tú la princesita
que despierta al corazón.

No despiertes, buen gauchito,
que dormido estás mejor;
no es un juego para niños
ese juego del amor.




 
Con las bravas boleadoras
los "ñanduces" se bolean;
con tus ojos picarones
a mis penas tú volteas.

Con dolor yo te declaro
compañero de fogón,
que mis ojos yo no gasto
en boliar un charabón.




 
Cuando coseche boniatos
pa pasar un buen invierno,
le preguntaré a tu tata
si no le hace falta un yerno.

No precisa que te avise
poné manos a la obra,
mirá que cualquier canario
tiene boniatos de sobra.