Conocer los posibles riesgos, saber cómo actuar ante ellos y, sobre todo, estar preparados es clave para cuidar a la familia, a uno mismo y a todos. Es por esto que todos somos responsables cuando se trata de contribuir a la seguridad, bienestar, calidad de vida de las personas y al desarrollo sostenible. Nos estamos refiriendo a un conjunto de creencias sobre riesgos o accidentes y las medidas de prevención para minimizar sus efectos: se trata de el desarrollo de una cultura preventiva.
Recurso desarrollado en base a la Guía familiar para la reducción de riesgos desarrollada por el Sistema Nacional de Emergencias (Sinae). La misma busca promover hábitos que contribuyan a reducir el riesgo de emergencias y desastres, incorporando nociones y procedimientos que nos ayuden a tomar decisiones adecuadas en los momentos oportunos, para estar y sentirnos más seguros/as.