Guardar o enviar información de manera secreta fue –y sigue siendo– un gran desafío en la historia de la humanidad. Se han creado muchos mecanismos para asegurar que nadie pueda leer o alterar la información original antes de que llegue a su destino. Uno de los métodos más usados es la encriptación. Se usa cuando queremos acceder a una red social, a un cajero bancario, cuando nos conectamos al wifi que tiene clave o enviamos mensajes de texto con el celular.