En 1944 el
Dr. Francisco N. Oliveres donó 365 hectáreas de la Quebrada de los Cuervos a la
Intendencia Municipal de Treinta y Tres.
En 1986, la Intendencia Municipal de Treinta y Tres declaró estas hectáreas de su
propiedad, como área protegida departamental y, desde entonces ese predio ha
estado dedicado a la conservación de sus recursos, a la promoción de
actividades recreativas al aire libre y a la educación ambiental.
En
diciembre de 2007, el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio
Ambiente y la comuna olimareña, firmaron un convenio para que la
Quebrada de los Cuervos pudiera consolidarse como Paisaje Protegido.
Desde entonces, gracias a una comisión asesora con delegados de instituciones y vecinos de la zona, se ha trabajado en la concreción de un plan de manejo para el área. Este ha incluido relevamientos socioambientales, clasificación y caracterización de los ambientes y detección de posibles amenazas de la zona. Además, se designó a un director del área protegida y se acompaña este proceso con recursos económicos y humanos.
Con el ingreso de la
Quebrada al SNAP comienza a profundizar su acción, con el objetivo de proteger
los valores naturales y culturales de nuestro país, apostando al desarrollo
local y al turismo, aunque cuidando la armonía de los espacios.
El sistema pretende contar
no sólo con la colaboración de las instituciones del Estado, sino también con
los privados, las organizaciones civiles, los vecinos y los visitantes de cada
una de las áreas que se incluyan.