Nueva Educación
La dignificación del hombre ha traído como corolario la dignificación del niño y con ella la superación de la escuela. En este sentido, se consolida el espíritu de la nueva educación. Uno de los factores es la revaloración del hombre y las cuestiones que surgen en la sociedad. Es sabido que el ideal de la superación individualista ha sufrido una profunda revisión y la enseñanza se orienta hoy en el sentido del progreso social. El niño no nace para vivir solo y la escuela no puede desconocer esta condición primordial de su vida.
Una sociedad en embrión debe ser la que lo prepare para la convivencia posterior con los demás hombres. Y esta sociedad embrionaria debe ser, simplemente, la escuela.” (p, 99).
Julio Castro
Hoy en día los Estados, al igual que las iglesias utilizan a la educación como medio para transmitir sus ideologías con el fin de unificar a la sociedad.
Ideas generales sobre los niños:
Julio castro afirma que las transformaciones en la evolución económica, social y espiritual de los últimos tiempos trajeron como consecuencia, modificaciones sustanciales en la vida humana. Esto transformó la vida de los hombres, y, en especial, la de los niños. Las preocupaciones de orden social incidieron en la educación, individualista hasta entonces. La transformación de la sociedad trajo una primera alteración en el criterio pedagógico; hubo una variación evidente entre el ideal educativo individualista y la aspiración de formar al hombre con un fuerte sentido de comunidad.
El pasaje de escuela individualista a “escuela para la sociedad” trajo consigo una serie de cambios en las ideas pedagógicas (ambiente, métodos) pero aún más en los conceptos que se tenía del niño mismo. Hubo que abandonar criterios de la pedagogía tradicional para elaborar nuevas concepciones sobre la base de la observación y la experiencia, realizadas sobre los mismos niños.
Fundamentos de la nueva educación:
La nueva pedagogía que se había impuesto estaba fundamentada por el conocimiento que actualmente se tenía de los niños, al interpretar su alma.
En la pedagogía tradicional el juego era un pasatiempo, la actividad física un motivo de indisciplina, la sociedad o colaboración una actividad ilícita sujeta al código penal escolar y el egocentrismo un egoísmo despreciable. La educación, sus fines, métodos y procedimientos, nacieron del criterio de los adultos y, de acuerdo a leyes preestablecidas y exteriores al niño, se regló la enseñanza, que, además, debía responder a una finalidad, a un criterio de “lo que debe ser”, establecido también con prescindencia absoluta de todo concepto de infantilidad." (p.111).
Julio Castro
La pedagogía tradicional era un sistema basado en una “ilusión de ciencia”. El niño era visto como un pequeño hombre, construida sobre la base de una psicología reglada y sometida a leyes, el plan educativo no se adaptaba al niño y no se lograba el objetivo principal de la educación, que es que el niño aprenda.
En la pedagogía nueva el principio fundamental es el del concepto general de infantilidad, que demuestra que los niños no son pequeños hombres, no siguen leyes de los adultos, sino que comprenden fenómenos específicos de su edad y de la evolución de su desarrollo. Debido al conocimiento de la infantilidad cambian los fundamentos y los métodos de la pedagogía, ahora basados en la observación y la experiencia. La pedagogía nueva define al educador en base a una serie de principios generales, que sirven de fundamento a las consecuencias prácticas en que se expresa luego el arte de educar. Estos principios generales, son fundamentalmente los ya determinados para configurar a grandes rasgos el común denominador del alma infantil. Todo esto hace que la posición de la nueva pedagogía:
SEA MAS UNA ACTITUD GENERAL FRENTE AL PROBLEMA DE LA EDUCACION, QUE UNA POSICION CIENTIFICA PREDETERMINADA." (p.113).
Julio Castro
Para Julio Castro la pedagogía debe considerar al niño desde su condición de niño, si el juego, por ejemplo, es una necesidad vital para él, no se le debe prohibir, sino que se debería utilizar el juego como estrategia para un proceso de educación progresiva. El principio general de infantilidad está íntimamente ligado a los derechos del niño, la organización escolar debe estar basado en dicho principio, y esta organización debe evolucionar y cambiar acompañando la evolución del niño en tiempos futuros. Como Julio Casto menciona en su libro que "el respeto a la infantilidad es el respeto a la libertad infantil". Él afirma que:
Es preciso insistir en esto, porque aquí se encuentra el nudo de la tesis sostenida en este trabajo. La organización escolar debe adaptarse a las exigencias de este principio de infantilidad si quiere ponerse a la altura de los tiempos. No es ésta una exigencia de las escuelas “nuevas”, o de tal o cual método -de esos ya rotulados-; su necesidad parte de las exigencias del niño que han evolucionado haciéndose más imperiosas en el presente."(p.115)
Julio Castro
Las nuevas ideas del Uruguay:
Después del período de crítica la pedagogía nacional cayó en una gran despreocupación por los sistemas de renovación. En 1903 aparecieron los “Anales de Instrucción Primaria” y es ahí que se manifiestan los temas referidos a: los aspectos parciales de la organización, la metodología de la enseñanza y la divulgación de conocimientos generales.
Según Julio Castro, en los “Anales” se trataban temas de interés, lecciones de cosas, disciplina escolar, educación e instrucción, metodologías de determinadas asignaturas y algunas observaciones sobre algunos aspectos de la enseñanza en el extranjero.
Experiencias y Realizaciones:
A nivel nacional una de las primeras experiencias que se puso en práctica fue el movimiento alrededor de los parques escolares, dicho movimiento fue defendido no sólo por maestros, sino también por hombres de ciencia, profesionales, artistas, que intervinieron activamente en él, y sus soluciones se dieron tanto en la escuela como fuera de ella.
Este movimiento no tuvo éxitos, ya que los maestros tradicionales y la organización escolar se resistían a la renovación. Esta resistencia se reforzó en las prácticas de las escuelas nuevas que necesitaban modificaciones sustanciales de horarios, número de alumnos, locales, materiales de enseñanza, etc.
El Presente:
Según el autor las escuelas nuevas buscaron y buscan la liberación del niño y su afirmación personal.
La escuela había adoptado como objetivo suplir a la familia que se encontraba en crisis debido al estilo de vida de las grandes ciudades, pero el niño en lugar de ser libre, resultó aún más oprimido.
Con la escuela nueva se generó una preocupación por la infantilidad, donde se buscaba que el niño solo se preocupara por ser niño: el niño dejó de tener la presión de ser el “hombrecito” y la niña la “señorita”.
Las relaciones entre los alumnos y profesores cambió por completo: el maestro dejó de ser el centro en torno al cual gira la educación, convirtiéndose en un compañero más del niño, entablando una relación de afectividad con éste, que no tiene que ver con ser dueño del saber y del control del aula.