Es probable que en un futuro, no muy lejano, no haya semáforos: el día en el que no conduzcamos los coches y ellos mismos sepan cuándo parar y cuándo seguir moviéndose.
En la actualidad, los sistemas de conducción por GPS y redes inalámbricas, permiten saber la localización exacta de cada coche, la ruta a seguir y diversas ventajas que facilitan el tránsito.