Un problema enorme

¿Cómo solucionarías el problema de Luis?

Leamos lo que él dice: 

“Esta guerra nunca acaba. Llevo ya varios meses fuera de mi casa y lejos de mi familia. Unos hombres con uniforme me obligaron a dejar mi poblado y me dieron esta arma para matar a gente que ni siquiera conozco. Yo sólo quiero volver a mi escuela y a mi vida; pero me obligan a matar y si no lo hago serán ellos los que me maten a mí.”

 

	Nombre: Luis (se desconoce si es su nombre verdadero, pero así lo llaman)
	Nacionalidad: No sabe, cuando lo “reclutaron” era muy chico.
	Edad: Podemos estimar que en 2015 tenía unos 7 años.
	Idioma natal: Tashelhit (dialecto de la lengua bereber: este es muy hablado en Marruecos, por eso se puede suponer que ese es su origen.)
	Educación: Solo de tipo militar. Explica que ha aprendido inglés porque quien le da órdenes habla en ese idioma.
	Lugar de residencia actual: Norte de África (sin especificar).
	Juego favorito: No comprende la idea de lo que es jugar.
	Actividad favorita: Comer.

Luis es el nombre ficticio de un niño (real) que vive la situación por él descrita. Cuando se llevó este caso a los organismos internacionales, estos fueron algunos de los comentarios que se hicieron:

• Luis no debería luchar, es sólo un niño. El gobierno de su país debería castigar a los hombres que le obligan a pelear, y conseguir que volviera a su casa.

• La legislación internacional tendría que castigar a los países que favorecen este tipo de situaciones de esclavitud, de esta manera se evitaría que miles de niños murieran en este tipo de conflictos.

• En realidad Luis no tiene ningún problema. Sólo está luchando por su país y su gente. Debería sentirse bien, ya que de gente como él depende la seguridad de las naciones.

• Las multinacionales y los países exportadores de armas no deberían propiciar este tipo de conflictos, ya que son los niños las verdaderas víctimas de estos negocios armamentísticos.