"Dos cosas llenan mi ánimo de creciente admiración y respeto a medida que pienso y profundizo en ellas: el cielo estrellado sobre mí y la ley moral dentro de mí".
Kant, E. Crítica de la razón práctica, Conclusión
Losada, Buenos Aires 1977, p. 171.
Para Kant actuar por deber es actuar por reverencia a la ley moral y ésta tiene un carácter obligatorio, un carácter imperativo.
Para él, dentro del ámbito natural:
los planetas, el mundo vegetal e incluso la vida animal, está regido y actúa por leyes necesarias, las cuales son conocidas por la sensibilidad y el entendimiento...
sin embargo dentro del ámbito de los seres racionales, de los humanos, las cosas cambian, las personas tenemos la facultad de actuar por representación de las leyes, es decir, de actuar por principios.
Porque poseemos voluntad y esta no es otra cosa que la razón práctica, la experiencia nos habla de la realidad de lo que hay, pero solo la razón puede hablarnos de lo que debe haber.