Los cronistas, más precisamente los "cronistas de Indias", fueron personas con muy distintos empleos (militares, comerciantes, exploradores, religiosos y en algunas ocasiones historiadores) que en la época de la Conquista de América brindaron diversas informaciones sobre las zonas geograficas y los indigenas de este continente.
Al leer sus documentos tenemos que tener en cuenta que tanto los cronistas como los conquistadores otorgaron nombres a regiones y a sus habitantes. Muchos de los nombres americanos que hoy conocemos, poco tienen que ver con los nombres que los grupos indígenas les daban.
Como los usos y costumbres de los indígenas eran distintos a los europeos, los cronistas los consideraron primitivos, por utilizar otras lenguas los llamaron bárbaros y como no compartían la religión católica les decían infieles.
Las cataratas de Iguazú están ubicadas en el límite entre los actuales países de Argentina y Brasil.
Los indígenas guaraníes las llamaban Iguazú (agua grande) mientras que el primer español que las vio en 1541 las llamó: Salto de Santa María.