Desde el año 1966 cada mundial de fútbol cuenta con una mascota que es, junto con el logo y el lema, uno de los elementos que representan el torneo y sirven para publicitarlo a nivel mundial.
Por medio del lenguaje visual (líneas, colores, formas y texturas), las mascotas logran transmitir información sobre el torneo mundial y en particular sobre el país anfitrión.
Sirven como elemento de marketing ya que en torno a ellas se crean infinidad de productos que se ponen a la venta (muñecos, llaveros, afiches, tarjetas, cartas, remeras, etc).
El objetivo de la publicidad es lograr la atención de los espectadores, generando interés, expectativa y que éstos efectivamente consuman el producto, lo que en este caso sería mirar los partidos, y estar al pendiente de todo lo que pasa en relación al torneo.
La primera mascota aceptada por la FIFA se creó en 1966 y fue un león antropomorfo que sirvió para representar al mundial desarrollado en Inglaterra.