Da Vinci trabajó activamente sobre su propia persona.
Su principal campo de experimentación fue él mismo, su cuerpo y su mente.
Y en sus manuscritos nos dejó información más que suficiente para saber cómo lo hacía.
Veamos una de las técnicas personales que empleaba:
Equilibrio de los dos hemisferios cerebrales.
El hemisferio de la conciencia está ligado con los procesos bioquímicos del cerebro.
Nuestro mundo está organizado de manera que el hemisferio izquierdo (lineal, ordenado, analítico, objetivo, lógico) tiene más actividad que el derecho (espacial, aleatorio, intuitivo, sensual y creativo).
Una de las formas en que ambos tipos de ondas cerebrales pueden armonizarse es utilizando las dos manos y practicando la acción opuesta a la que se está acostumbrado.
Para esto Leonardo utilizaba la escritura especular, que sólo puede leerse con la ayuda de un espejo.
Siempre se ha dicho que lo hacía para ocultar el contenido de sus notas. Una explicación tanto más absurda cuanto que se sabe que Da Vinci preparaba sus cuadernos para que fueran publicados, y además muchos de ellos están escritos dirigiéndose de forma personalizada al lector.
Resulta mucho más coherente con la personalidad de Leonardo pensar que su escritura especular era una de sus técnicas personales.