Pero...
No obstante, incluso después del fin de estas guerras (sobre todo de la Guerra del Peloponeso) y la derrota de Atenas, la democracia ateniense perduró hasta el 322 a. C., año en el que la supremacía macedonia acabó con las instituciones democráticas.
La democracia ateniense ha sido considerada a menudo, de forma un tanto romántica, como perfecta, pero la realidad es que solamente una parte pequeña de la población (alrededor de un 10 %) tenía derechos políticos.
Esa parte podía permitirse el lujo de dedicar el tiempo a "gobernarse", mientras el trabajo lo realizaban obreros sin derechos y esclavos, que ni siquiera tenían posibilidad de elegir a sus representantes.
Ello no quita grandeza a esta democracia, pues el control sobre el gobernante o gobernantes no había existido previamente en ningún otro sistema social.