Elemento muy propio de la época barroca es
la importancia que cobra el urbanismo.
El ejemplo más señalado es Roma, donde se inicia una labor que pretende dignificar la capital del catolicismo.
Se diseñan anchas calles que comunican plazas. Cada plaza tiene un edificio que la preside, una iglesia o un palacio, y todo ello armoniza con una fuente o algún elemento decorativo en el centro de la plaza. Todo ello en sintonía plaza, iglesia, fuente.
Centrándonos en lo que es la arquitectura,
las características más señaladas podríamos mencionar que son:
- el uso de las líneas curvas que generan movimiento,
- cúpulas de tamaños variados y profusamente decoradas al interior,
- fachadas que buscan la integración en el conjunto urbano y atraen a los fieles al interior.
- Alternancia de vanos, nichos, entablamentos y frontones partidos, curvos, mezclados o quebrados en las fachadas y también en los interiores,
- efectos fuertes de luces y sombras, columnas con movimiento, arcos de formas variadas.
- La planta de Cruz Latina parece la más adecuada pero se utiliza también la planta central en distintas formas, generando espacios dinámicos y envolventes.
Santa Maria della Salute
San Carlo alle Quattro Fontane,
Iglesia de Sant'Ivo alla Sapienza
Plaza Mayor de Salamanca
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