En particular, Artigas intentó distinguir a los europeos para que no fuesen perseguidos como tales sino por sus actos si estos iban contra los intereses de la nueva nación.
En una carta de Artigas al Cabildo lo instruye así:
"absuelva... de esta pena a los infelices artesanos y labradores, que puedan fomentar el país y perjudicarnos muy poco con su dureza”. (Artigas, 1815).
En otra carta al año siguiente vuelve sobre el mismo tema:
“El servicio (servicio militar forzoso) seguirá como hasta el presente dejando a los labradores, hacendados y jornaleros continúen en sus labores hasta que veamos venir esta tormenta que nos amenaza”. (Artigas, 1816).