Ese sentido negativo del trabajar no es una casualidad:
“Trabajo” proviene, según los entendidos, de tripalium, término por el cual se designaba un instrumento de tortura en latín.
Para otros autores esta es una verdad a medias, en la medida en que el tripalium era antes que nada un “trespiés”, es decir, un instrumento que servía de “soporte” a la tortura pero que también se utilizaba para contener a los animales voluminosos al momento de herrarlos.
Por más curioso que parezca, el sufrimiento se consideraba para nuestros antepasados y en cierta medida la idea sigue teniendo vigencia“ trabajo productivo”.
Desde esta perspectiva, poco a poco se va atando a la idea de trabajo la de esfuerzo o actividad penosa.