Otras causas de tipo social son las referidas al fuerte crecimiento demográfico que sucede en Francia durante el siglo XVIII junto con el descontento de la burguesía.
El aumento de la población, produjo escasez de alimentos, haciéndose muy frecuentes las crisis de subsistencias , y un crecimiento del número de pobres y del campesinado.
El descontento en estas clases se hizo cada vez más importante generando una constante irritación por parte de este grupo social con los estamentos privilegiados.
Además, la llamada sociedad estamental se encontraba en crisis ante el empuje de la burguesía.
La burguesía francesa, nacida siglos atrás, había alcanzado un gran poder en el terreno económico (dominaba por completo el panorama económico de aquel país, situándose a la cabeza tanto del comercio como de la industria y las finanzas.) y ahora empezaba a propugnar el político.
Su riqueza la había elevado al primer puesto en la sociedad, posición que estaba en contradicción con la existencia de los estamentos privilegiados, nobleza y clero.
Por tanto, el descontento de la burguesía y del campesinado, se convertirá, uniendo a ambos grupos, en una fuerza impulsora de la revolución.
Periodos de escasez de alimentos producidos por las malas cosechas, que al no poder recurrir a eficaces sistemas y medios de transporte ni disponer de acceso a mercados integrados de dimensión, como mínimo, nacional, producían hambrunas.
La sociedad estamental se caracteriza por la desigualdad legal entre los diferentes grupos sociales o estamentos.